El 20 de mayo el mundo ignaciano inició una gran celebración: el Año Ignaciano. En él conmemoramos los 500 años de la conversión de San Ignacio, simbolizada en la herida recibida por la bala de cañón. Es por esto que invitamos como comunidad a Pablo Walker sj, para que compartiera un tema dentro de la Espiritualidad Ignaciana.
Él nos invitó a reflexionar acerca de la “Transformación de las “ambiciones”: Examen de nuestros proyectos de vida a la luz de San Ignacio”, un tremendo título que supo acercar pedagógicamente a todos los presentes.
Fue un momento de reflexión profundo en que abordó la importancia de la “herida” como un suceso que marca profundamente y transforma, dando paso a nuevas formas de vida que emergen desde el interior, e invitó a reflexionar acerca de las “heridas personales” en un espacio de recogimiento y silencio.