Capacitación de profesores/as – Decreto 67

“Para nuestro equipo fue muy enriquecedor poder participar en la capacitación ya que nos recordó que la evaluación es una acción de aprendizaje y, por lo tanto, debe motivar el seguir aprendiendo, reconociendo los logros de cada estudiante, quitando de esta manera la ansiedad asociada muchas veces a la evaluación como calificación. El entender la evaluación como un proceso activo, permite considerar los diferentes tiempos y pasos que van dando los niños y niñas y releva la retroalimentación como herramienta fundamental para identificar y comunicar los aprendizajes adquiridos, a la vez de considerar el error como parte importante del aprendizaje. Agradecemos haber podido contar con esta instancia de reflexión pedagógica, que nos mueve a mirar y analizar nuestro quehacer, para poner en práctica lo aprendido”.

“Como departamento nos sentimos muy a gusto y agradecidos con la capacitación, pues nos permitió tener mayor precisión respecto al proceso de evaluación, de tal manera que nuestras y nuestros estudiantes puedan participar más activamente y tener más claridad respecto de su proceso de aprendizaje. También nos permitió generar espacios de encuentro entre profesoras/es para trabajar alineados y vinculados. Además, pudimos aprender de nuestras prácticas y también enfocarnos en nuestra labor docente, para seguir creciendo y transformando nuestras formas de hacer pedagogía”.

“Para el departamento esta capacitación resultó muy significativa, ya que abrió un espacio de análisis y reflexión sobre nuestras prácticas pedagógicas, en particular los enfoques pre concebidos que cada uno/a tenía sobre la evaluación. Uno de los principales aprendizajes fue contemplar en nuestras planificaciones que la evaluación es parte del proceso de aprendizaje y debemos considerar variedad de oportunidades e instrumentos para llegar a la diversidad de alumnos/as con los que trabajamos. Además, reforzamos la visión del estudiante como protagonista de su proceso de aprendizaje y la convicción de que es fundamental que como profesores seamos sumamente claros al explicitar lo que se espera de ellos/as en las distintas instancias evaluativas. A partir de esto, nuestro desafío es aterrizar estos aprendizajes a nuestras prácticas cotidianas, por ejemplo, trabajando desde ya en temarios de pruebas que expliciten no solo contenidos, sino aquello que deben saber hacer con esos contenidos, según lo trabajado en clases”.

“Al equipo de Educación Física nos reafirma la mirada de nuestros/as estudiantes como protagonistas de su proceso, con las evaluaciones formativas, reforzando la progresión en cada contenido aprendido, permitiendo el disfrute de los logros y avances para llegar, no solo a una meta final, sino a que los estudiantes alcancen los objetivos, aprendan valores y desarrollen habilidades. Junto a esto, respetar los diferentes ritmos de aprendizaje y la flexibilidad de las actividades, permitiendo la retroalimentación constante para que todos alcancen los logros deseados, reforzando constantemente su autoestima y buscando constantemente la superación personal. Confiamos que todo esto refuerza la importancia del poder transformador del movimiento y el deporte como eje para mejorar la calidad de vida en todos los aspectos”.

“La capacitación fue un espacio que permitió valorar los principios de acción del Decreto 67, principalmente el principio de evaluación diversificada que nos llama a tener presente las necesidades educativas especiales de niños y niñas de nuestra comunidad y nos invita a buscar estrategias y experiencias que enriquezcan y faciliten los procesos de aprendizajes de nuestros/as estudiantes”.

“La capacitación fue un espacio para reforzar y validar nuestra manera de evaluar los contenidos de la asignatura. Un aporte que ayuda a mirar la evaluación más como un proceso, que como un resultado final y que aporta a la mirada integral de los/as estudiantes”.

“Es un cambio en la mirada evaluativa, como oportunidad de observar los aprendizajes en el aula, con evidencias y seguimiento. En nuestra conversación hubo consenso en cuanto a que Arte funciona así constantemente, ya que es fundamental observar, acompañar y guiar el proceso de cada uno/a mucho más allá del resultado. También nos detuvimos en la flexibilidad como factor común, por ejemplo, al momento de cambiar material o parte de la planificación, ya que los cursos son realidades diferentes y es necesario adaptarse a estas”.

“El curso nos permitió valorar las instancias de evaluación formativa y de retroalimentación detallada de las evaluaciones. Además, nos motiva a hacer pausas activas que permitan quebrar el esquema de la clase tradicional y desarrollar otras habilidades”.

“A partir de la capacitación, reafirmamos que es necesario evaluar considerando las individualidades de las/os estudiantes, que nuestros instrumentos o experiencias de evaluación deben ser coherentes con lo planificado y lo realizado, y que siempre debemos explicitar a las alumnas y alumnos los objetivos de aprendizaje de cada unidad”.

“Nos pareció muy útil la capacitación, especialmente en lo que se refiere a la importancia que tiene la evaluación formativa en el proceso de aprendizaje de los/las estudiantes. Nos ayudó a dar una mirada distinta a las formas de evaluación y a la variedad de instrumentos que se podrían utilizar”.

“Como departamento de música vemos en el decreto 67 una oportunidad para fortalecer la práctica musical constante de estudiantes, el trabajo diario y la perseverancia, ya que viene a darle mayor prioridad a la evaluación formativa. En ese sentido, creemos que la música se ve favorecida por que facilita más espacios para la retroalimentación personalizada profesor-alumno/a, elemento clave para la enseñanza musical. Por lo tanto, creemos que el decreto 67 viene a fomentar el proceso de aprendizaje como eje principal de la educación”.