Como es tradición en nuestro colegio, celebramos desde el 19 de julio al 18 de agosto, el Tiempo Ignaciano. Un tiempo que se regala a la comunidad para reconocer, conocer, sentir y gustar, traer a la memoria la espiritualidad ignaciana y encontrar a Dios en el aquí y ahora.
Este año vivimos diversas experiencias en donde celebramos, compartimos la vida en nuestras comunidades, buscamos el MAGIS y nos formamos para en todo amar y servir. Todo esto lo hicimos a la luz de la vida y obra de San Ignacio y San Alberto Hurtado.
Como colegio, en esta oportunidad profundizamos especialmente en la realidad del Adulto Mayor, sobre todo en aquellos adultos mayores que viven en la Villa Padre Hurtado.
Esto lo hicimos en tres momentos: 1. Nos sensibilizamos a partir de la experiencia propia, con nuestros abuelos y abuelas, sobre la realidad del Adulto Mayor. 2. Conocimos la Villa Padre Hurtado, lugar que busca acoger y devolver la dignidad a los Adultos Mayores más vulnerables del país. Entregándoles un hogar y una familia, un mundo lleno de entretención, cuidado y amor. 3. Buscamos ser contemplativos en la acción, es decir, que lo que nos conmueve nos movilice y nos lleve a la acción.
Durante este proceso realizamos diferentes actividades:
Reflexión sobre el modelo de la Pauta Ignaciana con los profesores/as.
Celebración del Día de San Ignacio con una Eucaristía comunitaria.