Con el propósito de generar espacios de reflexión y diálogo entre los docentes donde se resaltaran las buenas prácticas, reconociendo en ellas modos de proceder que son propios de la espiritualidad ignaciana, se realizó durante este año el Programa de Profesores Jefes para educadores/as de los 16 colegios y escuelas de la Red Educacional Ignaciana (REI), organizado por su Escuela de Educadores y Directivos.
Fueron, en total, 506 educadores/as los que se formaron en temáticas identitarias y de gestión dos veces al mes. Por una parte, en la instancia presencial en sus respectivos colegios y por otra, en la comunidad de aprendizaje donde compartieron con educadores de otras instituciones, en forma virtual, y liderados por profesores con vasta experiencia en formación ignaciana.
En este marco, durante diciembre se efectuaron las ceremonias de cierre de este Programa en las distintas comunidades educativas a lo largo del país. Finalizando el 20 de diciembre para los colegios y escuelas de Santiago y Valparaíso.
Esta última instancia, realizada en la Universidad Alberto Hurtado, contó con la oración inicial del padre Eduardo Ponce S.J. y con las exposiciones del rector de dicha casa de estudios, Eduardo Silva S.J., de la Directora de la Escuela, Denise Ramírez, y del Delegado para la Educación Escolar de la Compañía de Jesús, Juan Cristóbal García-Huidobro S.J., quien realizó una clase magistral titulada “Jefatura de curso como rol en crisis y el proyecto ignaciano”.
En esa línea dio a conocer reflexiones en torno al origen y la historia de la jefatura, la jefatura como un hito de nuestro currículum, búsquedas y pistas que ayudan en la crisis del rol de la jefatura, y reflexiones desde la tradición jesuita – ignaciana.
“La jefatura que conocemos a veces pareciera que siempre ha sido así, que estamos en una estructura intrínseca al sistema escolar con bellezas y dificultades, pero eso es falso. La jefatura que conocemos es un diseño que se produjo hace 70 años para mirar juntos cómo integramos la experiencia de un estudiante y por lo tanto puede cambiar… lo natural sería que con el paso de los años inventemos otra manera de hacerlo más adecuada a los tiempos, a los recursos que tenemos y a las necesidades de niños y niñas”, manifestó.
Para finalizar, agregó que “la crisis del profesor jefe es real, no hay que esconderla ni matizarla; esta crisis no es del colegio, sino que es estructural y natural en un rol que lleva 70 años… la pregunta es ¿cómo hacer esa integración y que se ha ido volviendo más compleja?; esta crisis nos pega porque toca lo que somos como colegios ignacianos y jesuitas y, por último, hay que salir a buscar… en medio de esta tormenta, hay que sostener el amor a los niños, confiar en el proyecto, en Dios, explorar creativamente y sostener estos vínculos en red que estoy seguro que nos van a ayudar a llegar más lejos”.
Al cierre de la ceremonia – que contó con un intermedio musical interpretado por “La Bandita” de la Escuela San Ignacio Calera de Tango, junto a sus profesores de taller – se otorgó un reconocimiento a los docentes que tuvieron un 100% de asistencia a las capacitaciones.
