Con alegría y espíritu de comunidad, nuestras/os estudiantes de 3° Básico A y B vivieron su Encuentro con Cristo durante el mes de agosto, los días 7 y 14, respectivamente. Esta experiencia, clave en su proceso de formación, las/os invitó a reconocer y cultivar las semillas de amor y bondad que Dios ha sembrado en sus corazones.
A lo largo de la jornada los niños y niñas reflexionaron sobre la parábola del sembrador. Reconocieron aquellas actitudes que hacen crecer las buenas semillas a la luz de la Palabra de Dios y descubrieron las actitudes que no dejan crecer la buena semilla del amor, transformándolas en malezas.
Uno de los momentos más emotivos fue la lectura de las cartas que sus padres y madres prepararon con cariño, reconociendo las cualidades únicas de sus hijos e hijas. Este gesto reafirmó el compromiso de cada estudiante con su crecimiento personal y espiritual, recordándoles el valor de ser sembradores de amor en su comunidad.
La jornada culminó con la creación de un compromiso colectivo, donde cada curso decidió las semillas que desean plantar en su comunidad escolar. Estas semillas simbolizan el esfuerzo conjunto por construir un espacio de respeto, apoyo mutuo y fe en el día a día.
Agradecemos a todos los apoderados y apoderadas que acompañaron la experiencia e hicieron posible este Encuentro con Cristo, una instancia que, sin duda, fortalece el espíritu ignaciano de nuestra comunidad, acercándonos cada vez más a la imagen de Jesús.